El principal objetivo del ordeño es que los pezones a ordeñar estén limpios, secos y adecuadamente estimulados para poder recolectar la leche de forma eficiente (1). Existen muchos factores que influyen en un buen ordeño, tanto del que lo realiza como del animal. Además, las medidas deben estar enfocadas en evitar la mastitis, un problema común que afecta la producción normal de leche en la industria. Es por esto, que en el siguiente artículo hemos desarrollado una guía para lo que se debe hacer previo, durante y después del ordeño.
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Anatomía del pezón y la ubre
La leche se sintetiza a partir de células epiteliales especializadas agrupadas en alvéolos rodeadas de músculo liso en la ubre. Estas células utilizan los nutrientes del torrente sanguíneo y secretan leche hacia la luz (centro abierto) del alvéolo. La oxitocina se libera en el cerebro y hace que las células del músculo liso se contraigan, enviando leche desde los alvéolos a los conductos hasta la cisterna glandular de la ubre, donde se almacena hasta que se produce el ordeño o succión (1).
El esfínter del pezón es fundamental para la salud de la ubre y la protección contra infecciones. Se contrae aproximadamente una hora después del ordeño, por lo tanto, ayuda a prevenir la invasión bacteriana del pezón y la ubre. Si se daña por un traumatismo, un ordeño excesivo u otras malas prácticas, esa porción de la ubre tiene un riesgo mucho mayor de padecer mastitis. Situaciones como el miedo o estrés previo al ordeño pueden interferir con la liberación de oxitocina y la bajada de la leche (1).
Preordeño
La preparación del ordeño se da normalmente 15 minutos antes de comenzar el ordeño, donde las vacas se levantarán y defecarán. Si es necesario, se debe cepillar las áreas del cuerpo adyacentes a la ubre para eliminar detritos y la caída de pelo (2).
Cuando el ganado lechero está en posición de descanso, sus ubres están en contacto directo con el suelo. Es fundamental que esta superficie esté limpia, seca y cómoda. El riesgo de mastitis aumenta considerablemente en ambientes sucios. Una cama o lecho adecuado también ayuda a reducir las necesidades nutricionales de mantenimiento. Además, deben estar situadas en áreas que no sean propensas a inundarse o acumular humedad, estiércol, aserrín o arena y deben limpiarse diariamente (1).
Preparación del equipamiento de ordeño
Si las vacas van a ser ordeñadas a mano, se requieren dos cubos claramente designados para un uso específico. Uno para la solución de lavado de la ubre y otro para la leche. Si las vacas se ordeñan mediante máquinas, se requiere un cubo de lavado además de las propias máquinas de ordeño. Todo el equipo debe lavarse después de cada ordeño y colocarse en rejillas de secado para almacenarlo entre ordeños (2).
Inmediatamente después del ordeño, el equipo generalmente se desinfecta enjuagándolo con una solución diluida de cloro o yodo. También en este momento se debe instalar una almohadilla filtrante en el colador de la leche (2).
Preparación de ordeñadores
Muchos factores humanos están involucrados en un proceso de ordeño eficiente. El ordeñador debe ser paciente con los animales y prestar atención a los detalles. Deben seguir prácticas de rutina y estar atentos a cualquier indicio de mastitis u otros problemas de salud animal. El uso de guantes desechables ayuda a impedir la transmisión de enfermedades de humanos a animales, de animales a humanos y entre animales (1).
Es importante comprender la importancia de cada paso del proceso de ordeño y que muchas veces tratar de saltarse estos pasos pone en riesgo la salud del animal y la calidad de la leche (1).
Observación de vacas para limpieza de ubres
Se deben limpiar las ubres sucias tratando de en los posible evitar el lavado intenso, ya que el agua que drena de la ubre a menudo vuelve a contaminar las puntas de los pezones. El objetivo es encontrar las ubres que se encuentran muy sucias e identificar las vacas que están en tratamiento con antibióticos (u otros medicamentos que impidan la venta de la leche) o vacas que tengan mastitis y requieran atención especial (2).
Solo se deben lavar los pezones de las ubres muy sucias y luego secarlas con un paño. Las tetinas se lavan mediante el uso de una manguera de baja presión con boquilla; limpieza con un papel húmedo o toalla de tela, inmersión en solución desinfectante o pulverización de la solución sobre las tetinas y otras áreas sucias (2).
Despunte de leche
El despunte de la leche consiste en eliminar los primeros chorros de esta antes de ordeñar. Usualmente se despuntan entre 4 a 5 chorros de leche de cada cuarto y es beneficioso debido a que permite detectar las primeras etapas de la mastitis clínica, eliminar la primera leche con un alto recuento de bacterias y puede servir como estímulo principal para la bajada de la leche y ayudar a reducir la mastitis (3). Normalmente se realiza previo a la limpieza, excepto en casos donde la ubre se encuentre muy sucia (2).
El recipiente donde se eliminan estos chorros debe ser de superficie oscura. La detección de una secreción acuosa puede indicar que se está desarrollando un problema, por lo que se debería tomar la temperatura de la vaca afectada. De no usarse un recipiente la leche eliminada caerá sobre las patas de la vaca que se está preparando, o de la vaca adyacente. Luego pueden contaminar la cama donde descansan lo que contribuye a la infección de las vacas que utilicen el establo (3).
Las bacterias pueden prosperar en establos sucios y húmedos. Si se derrama la leche en el piso de la sala, se debe lavar con una manguera de agua. Otra consideración para tener en cuenta es que no se debe rociar la primera leche en las manos del operario (3).
Durante este procedimiento resulta bastante útil el empleo del “California Mastitis Test” (CMT) para la detección de mastitis subclínica en las vacas a ordeñar luego de descartar el primer chorro de leche (2).
California Mastitis Test (CMT)
Esta prueba es un indicador simple del recuento de células somáticas de la leche. Funciona alterando la membrana celular de cualquier célula presente en la muestra de leche, lo que permite que el ADN de esas células reaccione con el reactivo de prueba y forme un gel. Esta prueba es útil en la detección de mastitis subclínica (2).
Estas pruebas se pueden realizar mensualmente y se deben mantener registros de los resultados. Esto permite una detección temprana de la inflamación para que se puedan realizar pruebas de laboratorio de los cuartos inflamados y el tratamiento se pueda realizar de forma rápida y eficaz; minimizando el daño de la ubre y reduciendo las pérdidas de la leche (2).
El CMT es preciso para medir la concentración de células somáticas en leche y está desarrollado principalmente para muestrear cuartos de la ubre, aunque también se puede utilizar en muestras de leche de “cubo” o tanque. Otras de las ventajas de esta prueba son que los materiales extraños como pelos no interfieren en la prueba, es económico y fácil de realizar y de limpiar luego de la prueba (2).
Figura 1: Resultados de CMT. La muestra superior derecha es positiva para mastitis
Fuente: Kerr. Best Milking Practices for Small-scale Dairies. 2017
Limpieza del pezón
El lavado de los pezones tiene dos propósitos: eliminar las bacterias del pezón que pueden contaminar la leche y estimular la bajada de esta. Una estimulación de bajada adecuada requiere unos 30 segundos de manipulación del pezón. La punta de los pezones puede limpiarse usando agua con detergente o sumergiéndolas en una solución desinfectante (2).
Si las ubres están visiblemente sucias, deben limpiarse con toallas de papel secas. Se debe evitar en los posible usar agua para limpiar las ubres ya que el agua viajará por la ubre sucia hasta el pezón, posiblemente contaminando la abertura de este. Si es realmente necesario lavar la ubre, utilizar un lavado desinfectante y secar bien la ubre y los pezones antes de seguir con el protocolo de ordeño (1).
Después de que los pezones estén visiblemente limpios (sin suciedad ni estiércol visibles), se debe aplicar lo que se conoce como “pre-dipping” que es la inmersión hasta la mitad del pezón en una preparación comercial germicida, asegurándose de que se observe una gota colgando del extremo del pezón (1). Los productos más usados para desinfectar los pezones incluyen, entre otros, yodo, clorhexidina, dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno, hipoclorito de sodio y amonio cuaternario. Siendo el más popular el yodo al 1% (4).
El pezón debe permanecer sumergido por al menos 30 segundos antes de secarlo con una toalla de papel o tela. El secado es importante para evitar un aumento de residuos de la solución en la leche. El “pre-dipping” eliminará aquellos microorganismos que contaminan la piel del pezón entre ordeños. Este método reduce los nuevos casos de mastitis causada por coliformes y estreptococos ambientales (3). Los recipientes de inmersión deben almacenarse en lugares limpios, desecharse o limpiarse si están visiblemente contaminados y desinfectarse periódicamente (1).
Ordeño
Ya sea ordeño a mano o con máquina, debe comenzar entre 60 y 90 segundos después de realizado el “pre-dipping”. Se ha demostrado que esta cantidad de tiempo es óptima para que la oxitocina provoque la bajada de la leche. En el ordeño a mano se considera la ubre vacía cuando no se puede extraer más leche. El ordeño automático es más práctico. Sin embargo, puede provocar un ordeño excesivo y traumatismos en las puntas de los pezones si se realiza de forma incorrecta. Una presión de vacío excesiva, dejar las unidades de ordeño encendidas por mucho tiempo, no desinfectar las unidades entre animales y desconectar la unidad con el vacío todavía presente son algunas de las formas en las que el ordeño automático puede aumentar el riesgo de mastitis (1).
Colocación del equipo de ordeño
Es importante minimizar la entrada de aire por las pezoneras durante la colocación. Esto se puede lograr doblando la copa hacia abajo (Figura 2) a medida que se eleva, doblando así la manguera de inflado. Luego la copa se mueve hacia arriba hasta el pezón. El dedo índice del operador puede colocarse en la base del pezón y usarse como indicador táctil para guiar la copa de la pezonera hacia el extremo del pezón (2).
Algunas vacas pueden tener los cuartos traseros más bajos que los delanteros, por lo que el cubo y las mangueras deben acomodarse de tal manera que la garra se mantenga paralela al suelo de la ubre (2).
Si hay muchos animales que se van a ordeñar en la granja, los más jóvenes deben ser ordeñados primero y los que tengan mastitis, niveles elevados de células somáticas o antecedentes conocidos de mastitis deben ser ordeñados en último lugar. Las unidades de ordeño deben limpiarse entre animales y si se usa guantes, desecharlos entre ordeños (1).
Las mangueras deben quedar lo más cerca posible de la línea media del eje longitudinal de la vaca. La posición adecuada es fundamental porque cualquier tirón excesivo hacia los lados o hacia delante de las pezoneras provocará fugas de vacío durante el periodo de ordeño (2).
Desmontaje del equipo de ordeño
Tan pronto como la vaca haya terminado de producir leche se debe cerrar la válvula de vacío y retirar el conjunto de las tetinas. No se deben retirar las tetinas antes que se haya apagado el vacío ya que provocaría estrés en el pezón y el deslizamiento de aire es perjudicial. Se debe esperar hasta que se hayan ordeñado los cuatro cuartos de la ubre y luego retirar todas las tetinas al mismo tiempo cerrando el vacío en la garra (3).
Los cuartos que se ordeñan más rápido normalmente lo hacen entre 1 a 2 minutos antes que los demás. Se les debe dejar con el equipo puesto hasta que los demás cuartos acaben a menos que comiencen a deslizarse, en cuyo caso estas tetinas deben retirarse inmediatamente (3).
La mayoría de las vacas se ordeñan en 4 a 6 minutos. La condición del extremo del pezón se puede deteriorar cuando el equipo permanece en la vaca por más de 5 minutos. Evitar apretar el tubo corto de la leche en la parte inferior del revestimiento para detectar el flujo de la leche ya que la constricción provoca fluctuaciones de vacío en el extremo del pezón. No se puede sacar toda la leche de la ubre. Aproximadamente entre el 10 y el 15% de la leche permanece en la ubre como leche residual (3).
Sellado post ordeño
El sellado de los pezones se considera la técnica mas eficaz para reducir la mastitis. La inmersión de todos los pezones después de cada ordeño tiene un mayor impacto en la reducción del recuento de células somáticas de la leche y el aumento de la producción láctea que cualquier otra práctica en el ordeño ya que destruye los microorganismos causantes de esta afección que quedan en los pezones luego del ordeño (3).
Al hacer esto se evita que las bacterias establezcan una colonia en la punta del pezón o en las lesiones que podría tener donde pueden penetrar el canal del pezón e infectarlo. Además, un buen sellado de los pezones debe dejar un residuo en el pezón para que la acción antimicrobiana siga presente cuando la vaca se acueste en el establo o alguna otra zona donde las condiciones sanitarias no sean las ideales (3).
Se debe tratar de que las vacas permanezcan de pie durante 30 minutos luego del sellado. Esto permite que la solución del sellado se seque y evita la recontaminación del extremo abierto del pezón por bacterias que se encuentran en el suelo u otros materiales cuando la ubre entra en contacto con estos en caso el animal se acueste. Una manera efectiva de lograr que el animal permanezca de pie es tener alimento fresco frente a las vacas luego del ordeño (2).
Conclusiones
Para poder realizar un buen ordeño con una producción óptima de leche es necesario realizar este procedimiento de manera adecuada, esto implica mantener buenas prácticas de higiene y de manejo de la ubre de la vaca con el fin de evitar la mastitis. Para esto, es necesario no saltarse pasos en el proceso de pre-ordeño, ordeño y post ordeño, lo que significa una adecuada limpieza previa al ordeño y el correcto sellado de los pezones posteriormente. Asimismo, es importante saber manejar el equipo de ordeño con el fin de no maltratar los pezones de la vaca y realizar periódicamente test de mastitis mediante el CMT para identificar vacas con mastitis subclínica.
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Referencias
- Kerr S. Best Milking Practices for Small-scale Dairies. Washington State University. 2017; vol 6 i1.
- Hutu I, Onan G. Cow Milking Protocol. Animal production: practical exercises. Agroprint. 2019; 77-90p.
- Jones GM. Milking Practices Recommended to Assure Milk Quality and Prevent Mastitis. The Cattle Site. 2006 [accedido 5/04/2024].
- Moroni P, Nydam D, Ospina P, Scillieri-Smith J, Virkler P, Watters R, Welcome F, Zurakowski M, Ducharme N, Yeager A. Diseases of the Teats and Udder. 2018; 389-465pp.