Los signos clínicos asociados con reacciones adversas a los alimentos son causa común de consultas en la clínica veterinaria. Aunque para el dueño, la reacción adversa a los alimentos se traduce como alergia alimentaria, no son sinónimos. La reacción adversa a los alimentos simplemente significa cualquier tipo de reacción a los alimentos que conduce a una respuesta clínicamente anormal atribuida a un alimento o aditivo alimentario ingerido y su etiología puede ser diversa. La cual puede ser inmunológica o no inmunológica (1).

La reacción inmunológica es la verdadera alergia alimentaria y se produce como una respuesta inmunomediada a los alérgenos que pueden estar presentes en el alimento (1).

Dentro de las no inmunológicas se encuentran la intolerancia alimentaria, la intoxicación y la indiscreción alimentarias.

Intolerancia alimentaria

Es una respuesta fisiológica a la ingesta de un alimento específico la cual no es inmunomediada y es replicable. Puede dividirse en 4 subgrupos (1):

• Reacción alimentaria metabólica: Pueden ocurrir debido a un problema congénito del metabolismo del animal o al exceso de un ingrediente alimentario lo cual provoca una reacción por parte del animal.
• Idiosincrasia alimentaria: Puede ser mecánica (por falta de fibra o ingestión de material no digerible como huesos) aunque otros elementos pueden causarla.
• Reacción farmacológica al alimento: Puede ocurrir cuando los compuestos en los alimentos tienen una acción similar a la de un fármaco o estimulan dicha respuesta en el intestino.
• Pseudo-alergia: Inducen histamina o degeneración de mastocitos sin mecanismos inmunológicos de por medio.

Indiscreción e intoxicación alimentarias

La indiscreción alimentaria se observa luego de comportamientos como la pica y no está relacionada con el alimento ingerido en sí. Existe similitud con la idiosincrasia alimentaria, aunque esta suele sugerir un evento único, mientras que la pica puede ser un patrón alimentario regular para el individuo a pesar de que origina signos gastrointestinales (1).

La intoxicación alimentaria resulta de una acción no inmunológica directa de una toxina ingerida, una toxina liberada (por un organismo ingerido como una bacteria) o una infección causada por un organismo ingerido. Normalmente tiene una presentación aguda y se resuelve rápidamente por sí solo, a diferencia de la alergia alimentaria donde los signos permanecen por más tiempo (1).

Mecanismos que previenen la exposición a posibles alérgenos alimentarios al sistema inmune

Dentro de los mecanismos que ayudan a evitar la exposición a posibles alérgenos se encuentran las enzimas pancreáticas, ácido gástrico y lisozimas de células intestinales que descomponen las largas moléculas de proteína potencialmente alergénicas. Otros mecanismos incluyen el movimiento del alimento por peristalsis a través del tracto gastrointestinal (2), la barrera mecánica creada por las uniones estrechas entre los enterocitos y la capa mucosa que recubre las células epiteliales intestinales y la unión de moléculas alergénicas por IgA secretora en la capa mucosa y lámina propia del tracto gastrointestinal (2).

El sistema inmune del intestino debe diferenciar entre patógenos y antígenos inofensivos (ej. Proteínas del alimento y bacterias comensales). La respuesta inmune normal a las proteínas de la dieta está asociada con la inducción de la tolerancia alimentaria la cual es una respuesta inmune predeterminada a los antígenos de la dieta (2).

¿Por qué existe una falla de la tolerancia alimentaria en algunos individuos?

No se conoce del todo como se desarrollan las reacciones adversas al alimento, pero es probable que se deba a una combinación de causas que dañan a los mecanismos de protección del tracto gastrointestinal (2)(3).

En animales jóvenes podría haber una sobrecarga de los mecanismos protectores. Las infecciones virales del tracto gastrointestinal y las infestaciones de endoparásitos pueden dañar la pared intestinal contribuyendo a la disminución de los mecanismos de protección (2)(3).

La disbiosis del microbioma intestinal debilita los mecanismos de protección del tracto gastrointestinal a la vez que permite la colonización de organismos patógenos que dañan la pared intestinal. Otra causa de esta falla de la tolerancia alimentaria puede ser por algún componente genético del individuo (2)(3).

Patogénesis

Los mecanismos inmunológicos son complejos y solo parcialmente entendidos. Las reacciones alimentarias adversas son mediadas por células o inmunoglobulinas y originan una respuesta de hipersensibilidad tipo I y quizás también respuestas de hipersensibilidad de tipo III y IV (4).

Los antígenos del alimento son generalmente proteínas, glicoproteínas o lipoproteínas. La capacidad de una proteína particular para causar una reacción alérgica está influenciada por la permeabilidad de la mucosa intestinal a la proteína y la capacidad de la proteína para estimular la producción de IgE, lo que conduce a la liberación de histamina de los mastocitos (4).

Hay un límite del tamaño mínimo para las moléculas que son capaces de provocar una reacción mediada por IgE, por lo que algunos de los mecanismos de protección contra alérgenos las descomponen, reduciendo su tamaño (4).

El enlace cruzado de IgE induce la activación y desgranulación de los mastocitos. Los gránulos de los mastocitos en reposo contienen histamina y otros mediadores de la inflamación (4).

Prevalencia

La prevalencia de las reacciones alimentarias adversas cutáneas no es conocida con precisión. Sin embargo, un estudio en 2017 concluyó que la prevalencia media de reacciones alimentarias adversas cutáneas en perros y gatos con cualquier enfermedad fue de menos del 1%, con enfermedad de la piel cerca del 5%, con prurito se obtuvo entre 15 y 20% y con enfermedad alérgica de la piel entre 10 y 25%. También pueden tener una enfermedad alérgica concurrente como dermatitis atópica (5).

No se encontró predilección por raza, sexo o edad, aunque muchos casos pueden desarrollarse en perros con menos de un año. En 2019 un reporte indicó que la edad de aparición de los signos clínicos en perros fue inferior a 6 meses en el 22% de los casos e inferior a 12 meses en el 38% de los casos. El rango se extiende hasta los 13 años (6).

Signos clínicos

Los signos clínicos no son patognomónicos y pueden variar ampliamente. Las reacciones alimentarias adversas son clínicamente indistinguibles de las dermatitis atópicas y sus efectos más comunes se presentan en la piel y el tracto gastrointestinal.

En la mayoría de los casos las reacciones alimentarias adversas se manifiestan como problemas dermatológicos cuyo signo más común es el prurito no estacionario. Las zonas más afectadas normalmente son el rostro, patas, oídos, axila, zona medial de las patas, zona inguinal, abdomen ventral o en algunos casos, generalizado. El prurito puede provocar eritema, alopecia, pápulas e infección bacteriana secundaria.

Con frecuencia se observa otitis externa persistente (con o sin infección). En algunos casos, puede ser el único signo presente. También puede ocurrir solo unilateralmente.

Se ha reportado un número pequeño de casos que mostraron solo una pioderma recurrente, no asociada al prurito. Las proteínas del alimento pueden causar brotes de dermatitis atópica u otras afecciones no relacionadas con esta.

Los trastornos gastrointestinales concurrentes pueden acompañar a los signos dermatológicos de la reacción alimentaria adversa cutánea (10-20% de los casos). La diarrea es el signo gastrointestinal más común, con frecuencia es intermitente y crónico, pero también puede haber vómitos, aumento de la frecuencia de la defecación y flatulencia.

Alérgenos alimentarios comunes

Los alérgenos más comunes que contribuyen a la reacción alimentaria adversa cutánea en perros son la carne de res, productos lácteos, pollo, trigo y cordero. Estos ingredientes son alérgenos comunes debido al hecho de que son comúnmente usados en la comida para mascotas lo que aumenta la probabilidad de exposición.

Los perros pueden reaccionar a uno o múltiples ingredientes/nutrientes del alimento por lo que pueden tener múltiples sensibilidades. Esto puede deberse a una reactividad cruzada con diferentes proteínas. Siempre se deben considerar las sensibilidades múltiples al diagnosticar y tratar las reacciones alimentarias adversas (7).

Diagnóstico

Dentro del diagnóstico diferencial para la reacción alimentaria adversa se incluyen: dermatitis atópica, hipersensibilidad a la picadura de pulga, reacción a fármacos, alergia por contacto y sarna sarcóptica.

El diagnóstico de la reacción alimentaria adversa implica primero descartar otras causas primarias de enfermedad. El método “gold” estándar para el diagnóstico de la reacción alimentaria adversa es realizar una prueba de dieta de eliminación con pruebas de provocación posteriores. No se recomiendan otros métodos para el diagnóstico de reacción alimentaria adversa en perros. (8)(3).

El diagnóstico de las reacciones adversas a los alimentos se basa en la mejoría clínica durante la prueba de dieta de eliminación, seguida de una recaída de los signos cuando se vuelve a desafiar con la dieta anterior. Una dieta de eliminación exitosa depende de que el cliente la cumpla, comunicación, contacto y apoyo.

Historial de dieta

Obtener un historial completo de la dieta es esencial, aunque puede ser difícil en algunos casos. Este debe incluir en detalle las dietas principales, premios, alimento dado por otras personas, sobras de la mesa, bebidas, medicamentos saborizados y suplementos alimentarios.

Selección de la dieta de eliminación

Una dieta de eliminación consiste en una sola fuente de proteína y una única fuente de carbohidratos a la que el perro no ha sido previamente expuesto a las que se les puede describir como ingredientes “novel”. Esto puede ser bastante difícil debido al amplio rango de ingredientes encontrados en los alimentos comerciales para mascotas.

¿Qué es un ingrediente novel?

Un ingrediente novel es aquel que el perro no ha comido antes. Este ingrediente no es inherentemente menos alergénico, pero al ser nuevo para el animal no se espera que cause una reacción alérgica en él. Es importante recordar que lo que es novel para un perro no necesariamente lo es para otro.

Opciones para dieta de eliminación

Las opciones para una dieta de eliminación adecuada son a partir de una dieta casera con ingredientes limitados, dieta comercial de ingredientes limitados o una dieta hidrolizada.

Dietas caseras con ingredientes limitados

Estas dietas deben contener una nueva fuente adecuada de proteínas y carbohidratos y se puede formular fácilmente basándose en el historial dietético del perro. La principal desventaja es que suele ser lenta de aplicar y costosa (el dueño puede no cumplirla). Además, puede que no sea nutricionalmente completa y los perros pueden tardar en volver a las dietas comerciales después de la prueba.

Dietas comerciales de ingredientes limitados

Se debe considerar el historial alimenticio del perro cuando se toma la decisión de que producto comercial elegir con ingredientes limitados. La marca se ajusta a la conveniencia del dueño y tiene la ventaja de ser nutricionalmente balanceado.

Dietas hidrolizadas

En estas dietas el peso molecular de la proteína es reducido mediante hidrólisis enzimática. Esto decrece o elimina la antigenicidad de la proteína ya que los antígenos necesitan ser de cierto tamaño/peso molecular para entrecruzar los anticuerpos IgE y provocar la desgranulación de los mastocitos. Las dietas hidrolizadas son útiles cuando no se pueden identificar las nuevas proteínas. Se debe tener en cuenta que los ingredientes y el grado de hidrólisis pueden no ser adecuados para todos los animales.

Realizando correctamente la prueba de la dieta de eliminación

Las pruebas de dieta de eliminación no son sencillas, por lo que querrás realizarlas una sola vez. Por lo tanto, debe hacerse con cuidado y correctamente usando la dieta adecuada, durante el tiempo necesario y sin cometer errores comunes.

Se debe alimentar al perro solo con la dieta de eliminación, la selección de esta dieta es crítica. Todo lo que vaya a la boca del perro mientras dure la prueba debe ser controlado. Evitar en lo posible las golosinas o premios mientras dure la prueba, así como restos de comida, pasta dental, suplementos alimenticios y medicamentos saborizados.

Si se tienen otras mascotas debe restringirse el acceso a la comida de estas. Recuerda advertir a otras personas (sobre todo niños) que tienen contacto con el perro (invitados, paseadores de perros, personal de petshops) para que no los alimenten.

Duración de la dieta de eliminación

Una revisión de la evidencia disponible (2015) concluyó que las pruebas de dietas de eliminación deberían durar 8 semanas (9). Se obtuvo que en perros con reacción alimentaria adversa confirmada alrededor del 50% logró una reducción marcada de los signos luego de 3 semanas. Más del 85% volvió a la normalidad luego de 5 semanas mientras que más del 95% estaba normal luego de 8 semanas.

Finalmente, menos del 5% de los perros necesitaron una dieta de eliminación por más de 13 semanas para que ocurra una remisión completa de los signos cutáneos de la reacción adversa por alimentos.

Desafío con dieta original

Si ha habido resolución o mejoría de los signos clínicos tras la prueba de la dieta de eliminación, es fundamental reintroducir la dieta original como desafío para confirmar la reacción adversa por alimentos. Solo se pude hacer un diagnóstico conclusivo si los signos clínicos se desarrollan de nuevo cuando se vuelve a desafiar con la dieta anterior. Esto es necesario para comprobar que cualquier mejora fue debido al cambio de dieta y no a otros factores.

Un estudio para examinar el tiempo que tardan en aparecer los signos cutáneos después de un desafío dietético indicó que se produjo la reaparición de los signos clínicos en el 9% de los perros el primer día y en el 21% de los perros al final del segundo día. El tiempo necesario para que el 50 y 90% de los perros presentaran un deterioro de los signos clínicos fue de 5 y 14 días respectivamente. Luego de 14 días de haber empezado el desafío con el alimento, casi todos los pacientes alérgicos a esos alimentos habían tenido una recaída de los signos clínicos (10).

Identificación de antígenos específicos

La fase final del diagnóstico es la identificación de antígenos individuales mediante la prueba de provocación o desafío. Esto se logra mediante la adición de ingredientes individuales a la dieta de eliminación y su evaluación para detectar los signos clínicos. Se debe probar un nuevo ingrediente cada dos semanas y este proceso se repite secuencialmente para todos los ingredientes sospechosos.

Manejo de reacciones adversas a los alimentos

Si los antígenos causantes de la reacción adversa han sido identificados mediante las pruebas de enfrentamiento, el pronóstico es bueno. El manejo nutricional a largo plazo implica una dieta adecuada que no contenga el o los ingredientes causantes de las reacciones. La dieta también debe ser completa y balanceada, palatable y con proteína digerible de alta calidad.

Dietas de proteína de carne de fuente única

Una opción útil cuando se elige una dieta adecuada para el manejo a largo plazo de las reacciones adversas a los alimentos puede ser el uso de una dieta de proteína de carne de fuente única. Estas dietas son formuladas para contener solo un tipo de carne y así limitar la exposición del perro a diferentes tipos de carne. Las dietas de proteína de carne de fuente única pueden ser útiles para evitar ciertos antígenos dañinos, lo cual es necesario en el manejo exitoso de la reacción adversa a los alimentos.

Luego de que se identifiquen los ingredientes a evitar a través de la prueba de la dieta de eliminación, los productos Go Native pueden ser opciones adecuadas a considerar para el manejo nutricional a largo plazo de las reacciones adversas a los alimentos en perros. Esta decisión debe ser tomada en base a caso por caso de forma individual.

Go Native tiene 3 variedades de comida para perro y cada variedad contiene una sola fuente de proteína de carne: pollo, pato y salmón. Los productos Go Native son adecuados tanto para cachorros como adultos.

Además de ser dietas de proteína de carne de fuente única, los productos Go Native tampoco contienen cereales. En el caso de algunos individuos con reacción adversa a los alimentos, esta característica también puede ser beneficiosa, si es necesario evitar los ingredientes de cereales o si hay múltiples sensibilidades presentes, incluidas las dietas a base de carne y cereales.

El salmón y las variedades de arenque de Go Native son ricas en ácidos grasos Omega-3. Esto puede ayudar en el manejo del prurito y la inflamación.

Artículo adapatado de la Conferencia: Beneficios y usos de las dietas monoproteicas para perros, a cargo de la Dra. Aiofe Barry- Representante del Departamento de Investigación y Desarrollo de Connollys RED MILLS.

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Referencias

1. Mandigens P, German A. Dietary hypersensitivity in cats and dogs. Tijdschr Diergeneeskd 2010; 135: 706-710
2. Patel A, Forsythe P. Small Animal Dermatology. Edinburgh: Saunders Elsevier. 2008. 67-74pp.
3. Jackson HA. Food allergy in dogs and cats: current perspectives on etiology, diagnosis and management. JAVMA. 2023; 261: 51.
4. Case LP, Darlstotle L, Hayek MG, Raasch MF. Canine and Feline Nutrition, 3er edition. Mosby Elsevier. 2011; 397p.
5. Olivry T, Mueller RS. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (3): prevalence of cutaneous adverse food reactions in dogs and cats. BMC Vet Res. 2017; 13 (1): 51.
6. Olivry T, Mueller RS. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (7): signalment and cutaneous manifestations of dogs and cats with adverse food reactions. BMC Vet Res. 2019; 15 (1): 140.
7. Mueller RS, Olivry T, Prélaud P. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (2): common food allergens sources in dogs and cats. BMC. 2016; 12:12-19.
8. Mueller RS, Olivry T. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (4): can we diagnose adverse food reactions in dogs and cats with in vivo or in vitro tests? BMC Vet Res. 2017; 13(1):275.
9. Olivry T, Mueller RS, Prélaud P. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (1): duration of elimination diets. BMC Vet Res. 2015; 11:225.
10. Olivry T, Mueller RS. Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (9): time to flare of cutaneous signs after dietary challenge in dogs and cats with food allergies. BMC Vet Res. 2020; 16(1): 158.