La brucelosis bovina es una de las enfermedades contagiosas y zoonóticas más comunes en el ganado con una alta tasa de morbilidad y la capacidad de causarles esterilidad. Por lo que no solo representa una amenaza para la producción ganadera, sino, también para la salud pública (1).

Etiología

La brucelosis es causada por bacterias del género Brucella, un cocobacilo facultativo intracelular, aerobio y Gram negativo. Brucella está clasificada como una α-proteobacteria (clase de proteobacteria altamente diversa y con pocas características en común entre ellas) que se divide en diferentes especies (1). Las especies que afectan a los animales terrestres son B. abortus, B. melitensis, B. suis, B. ovis, B.canis, B. neotomae y B. microti, donde B. abortus y B. melitensis son las especies clave en la brucelosis bovina (2).

La membrana celular externa de la bacteria tiene antígenos de superficie, los lipopolisacáridos A y M. En B. abortus el antígeno A es el antígeno principal factor de virulencia. Algunas membranas internas y externas junto con las proteínas citoplasmáticas y periplásmicas también desempeñan un papel importante en múltiples actividades celulares (2). Otros factores de virulencia incluyen al sistema de secreción tipo IV, catalasa y superóxido dismutasa, citocromo oxidasa y óxido nítrico reductasa que permiten que Brucella ataque efectivamente la placenta (3).

Epidemiología

La transmisión de ganado a ganado se da por interacción directa o indirecta con el ganado enfermo o sus secreciones. Esto se da a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria presente en grandes cantidades en los productos del parto y secreción uterina. El ganado normalmente lame sus fetos y terneros recién nacidos los cuales son la principal fuente de infección. La transmisión también se puede dar a recién nacidos mediante la ingesta de calostro combinado de diferentes vacas donde alguna de ellas esté infectada (4).

Las especies de Brucella pueden crecer y sobrevivir durante periodos prolongados en el medio ambiente, pudiendo sobrevivir durante semanas en el agua o incluso meses en el suelo como en el caso de Brucella microti (5). Además, pueden sobrevivir a la congelación y descongelación, pero son susceptibles a la mayoría de los desinfectantes comunes. La pasteurización puede matar eficazmente a la Brucella en la leche (2).

La infección por Brucella rara vez se da por contacto sexual en el ganado. Sin embargo, se ha demostrado que la inseminación artificial puede propagar la infección del ganado enfermo al sano. El ser humano puede adquirir la enfermedad a través del consumo de leche o productos lácteos sin pasteurizar, así como también mediante el contacto con fluidos o tejidos de fetos abortados provenientes del ganado infectado (4).

Factores de riesgo asociados a la brucelosis bovina

Edad

Existe una mayor prevalencia de brucelosis en animales adultos que en jóvenes, ya que los animales sexualmente maduros o en gestación son más propensos a infectarse con Brucella que aquellos inmaduros debido a que la bacteria prolifera en los tejidos fetales y el tracto reproductivo. Otra razón se debe a que, al vivir más tiempo, tienen una mayor probabilidad de haber interactuado con animales infectados (4).

Sexo

Las hembras son más propensas a infectarse que los machos posiblemente debido a la afinidad de Brucella por los tejidos fetales y a que en machos produce signos como orquitis y epididimitis (4).

Tamaño del rebaño

Los rebaños grandes tienen más posibilidades de tener un animal infectado entre ellos. Además, la propagación de la brucelosis aumenta por la interacción entre los miembros del rebaño, el uso de pastos comunes o técnicas inadecuadas de desinfección y limpieza en establos grandes que permiten que el agente infeccioso persista en el medio ambiente y pueda infectar a nuevos animales (4).

Tipo de producción

El ganado lechero tiene una mayor probabilidad de adquirir la infección por Brucella y diseminarlo más rápido que el ganado de carne. Esto puede deberse a que el ganado lechero suele estar alojado en instalaciones más pequeñas donde tienen mayor contacto entre si durante la alimentación y el ordeño. Además, el ganado lechero está expuesto a mayor estrés en las granjas, lo que genera condiciones adecuadas para la infección por Brucella (4).

Patogénesis

Cuando B. abortus ingresa al cuerpo del animal, se multiplica dentro de las células fagocíticas como macrófagos y células dendríticas. Luego, al momento que la hembra concibe, la bacteria presenta tropismo hacia a los trofoblastos y la glándula mamaria mediante la circulación y se multiplica de forma expansiva induciendo el aborto (2). Una vez que B. abortus llega a la glándula mamaria, se multiplica en los alveolos y conductos, contaminando la leche y presentando un riesgo para la salud humana (6).

Mientras, en los animales que no están preñados, las bacterias continúan multiplicándose y diseminándose en el medio ambiente a través de diversas secreciones y excreciones corporales, principalmente las secreciones vaginales. En animales preñados Brucella llega a la placenta a través de la vía hematógena y luego al feto. El líquido alantoideo de la hembra estimula el crecimiento de Brucella, lo que convierte al tracto reproductivo de la hembra preñada en un sitio de predilección bacteriana (2).

El aborto se produce debido al daño infligido por las bacterias en la placenta y a los cambios hormonales inducidos por el estrés. Debido a la capacidad de Brucella de sobrevivir dentro de las células fagocíticas y debilitar el sistema inmune del huésped, puede progresar de forma aguda a crónica y a forma de portador (2).

Signos clínicos

La falla reproductiva en forma de aborto y nacimiento de crías débiles que quedan como portadoras en el rebaño es el principal signo en la infección por B. abortus en el ganado. Los terneros pueden infectarse en una fase temprana sin observarse signos hasta que maduran. Es en esta etapa donde se observan abortos en la fase tardía de la gestación, nacimiento de crías débiles, reducción de la fertilidad, retención de membranas fetales, endometritis y reducción de la producción láctea. Algunos terneros que logran nacer pueden morir en poco tiempo debido a una pleuritis fibrinosa con neumonía intersticial (2).

En los machos, los signos se manifiestan como orquitis y epididimitis en infecciones agudas, mientras que en las crónicas se observa higroma. En las vesículas seminales, la fase inflamatoria aguda es seguida por una etapa crónica con una considerable induración fibrinoide. Se forman áreas de necrosis que se encapsulan en tejido fibrinoso que se contrae, dejando los testículos más pequeños de lo normal. En algunos casos puede reblandecerse con exudado purulento fino (2).

Diagnóstico

Los patrones epidemiológicos, así como la historia e información relacionada a la enfermedad ayudan en el diagnóstico clínico de la brucelosis. El aislamiento de patógenos bacterianos es siempre un diagnóstico confirmatorio y se le considera el estándar de oro. Sin embargo, presenta la desventaja de que se requiere de un largo tiempo para la identificación definitiva, generalmente dos semanas. Las muestras más confiables para el aislamiento del patógeno son el bazo y los ganglios linfáticos (ilíacos, mamarios y prefemorales) durante la necropsia. En animales infectados vivos, la mejor fuente para el aislamiento son las secreciones uterinas y los fetos abortados (2).

Las pruebas serológicas son importantes para los programas de seguimiento, monitoreo, vigilancia, control y erradicación en todo el mundo. Pruebas como la rosa de bengala en placa y el ensayo de flujo lateral pueden realizarse en el lugar de la toma de muestra, dando un diagnóstico rápido. La prueba de aglutinación en tubo estándar es la herramienta para el diagnóstico de brucelosis más popular en el mundo debido a su simplicidad y costo (2). Sin embargo, presenta el problema de que no detecta B. canis y puede tener reacción cruzada con algunas cepas de otras bacterias como E. coli, Salmonella Urbana, Francisella tularensis, Yersinia enterocolitica, entre otras bacterias (2).

El PCR permite un diagnóstico rápido que puede aplicarse incluso en muestras de mala calidad, lo cual es útil en análisis epidemiológicos y caracterización molecular. No obstante, se requiere equipo y personal especializado, así como primers específicos para cada especie de Brucella (1).

Diagnóstico diferencial

La brucelosis bovina debe considerarse en todos los casos de abortos, especialmente cuando se producen abortos tardíos en el ganado. Por lo que se deben considerar en el diagnóstico diferencial enfermedades como tricomoniasis, leptospirosis, listeriosis, rinotraqueítis infecciosa bovina y enfermedades micóticas.

Tratamiento

El tratamiento contra brucelosis en los animales suele ser ineficaz debido a la naturaleza intracelular de la bacteria, por la cual persisten y se multiplican dentro de ellas (4). Es por eso que el enfoque se da en la prevención.

Control y prevención

Es importante cumplir con las regulaciones y recomendaciones de las entidades sanitarias correspondientes para el control de esta enfermedad, así como implementar un programa de erradicación.

Si se tienen reproductores en el rebaño, deben realizarse análisis de sangre y leche por lo menos 1 o 2 veces al año. Se debe notificar a la entidad sanitaria correspondiente si algún animal presentó aborto y tomar las muestras necesarias para su posterior análisis. Los reproductores son evaluados y sacrificados o se les somete a más pruebas. Posteriormente, se debe continuar con el análisis del rebaño hasta que se hayan completado al menos dos pruebas de manada libre de brucelosis, siendo la última prueba completada al menos 21 días después de que cualquier animal preñado al momento del brote haya parido (7). La leche proveniente de estos animales debe ser descartada junto con los fetos o productos de los abortos siendo enterrados con cal o incinerados.

En algunos países existen vacunas para la prevención de brucelosis bovina, las cuales se aplican en todos los animales susceptibles o en riesgo en áreas endémicas (2). Actualmente existen diversas vacunas para brucelosis incluyendo las vacunas S19, RB51, B. melitensis Rev. 1, lisados, vacuna viva vectorizada, subunidad de vacuna mucosa y vacunas de ADN. Para la brucelosis bovina las más usadas son la cepa 19 de B. abortus y RB51. La vacuna S19 ha demostrado una mayor eficacia en desarrollar inmunidad a largo plazo y se usa para vacunar terneras jóvenes (3 a 12 meses). Sin embargo, no se recomienda la vacunación en preñadas debido a que puede provocar abortos (1).

Brucelosis bovina en Perú y Latinoamérica

En Latinoamérica se han encontrado distintas prevalencias de brucelosis bovina en los distintos países. En Colombia se han encontrado prevalencias entre 2.4 y 5%. En Argentina se han obtenido prevalencias de 1.8% hasta 19.7%.

El Perú tiene un programa sanitario de control y erradicación de la brucelosis bovina a cargo del servicio nacional de sanidad agraria (SENASA) desde 1998. Este programa se realiza mediante el diagnóstico a través de la prueba Rosa de Bengala. Se han encontrado prevalencias bajas menores a 1% en distintas regiones. Sin embargo, es importante continuar con los estudios para obtener más datos sobre la prevalencia de brucelosis en distintas regiones del Perú (8).

Conclusiones

La brucelosis bovina es una enfermedad de gran importancia debido al impacto económico que tiene como consecuencia del descarte de leche, pérdida de crías y reducción de la fertilidad en el ganado, así como su carácter zoonótico, representando un riesgo para la salud pública.

Debido a esto y a la ausencia de un tratamiento eficiente se hace importante el continuo análisis de los rebaños para descartar la presencia de brucelosis y tomar las medidas necesarias cuando se presente algún caso.

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Referencias

1. Khan MZ, Zahoor M. An Overview of Brucellosis in Cattle and Humans, and its Serological and Molecular Diagnosis in Control Strategies. Trop Med Infect Dis. 2018 14;3(2):65.
2. Khurana SK, Sehrawat A, Tiwari R, Prasad M, Gulati B, Shabbir MZ, Chhabra R, Karthik K, Patel SK, Pathak M, Iqbal Yatoo M, Gupta VK, Dhama K, Sah R, Chaicumpa W. Bovine brucellosis – a comprehensive review. Vet Q. 2021 1;41(1):61-88.
3. Głowacka P, Żakowska D, Naylor K, Niemcewicz M, Bielawska-Drózd A. Brucella – Virulence Factors, Pathogenesis and Treatment. Pol J Microbiol. 2018; 67(2):151-161.
4. Tulu D. Bovine Brucellosis: Epidemiology, Public Health Implications, and Status of Brucellosis in Ethiopia. Vet Med (Auckl). 2022 7;13:21-30.
5. Pappas, G. Bacteria: Brucella. Encyclopedia of Food Safety. 2014; 364–368.
6. Dadar M, Tiwari R, Sharun K, Dhama K. Importance of brucellosis control programs of livestock on the improvement of one health. Vet Q. 2021; 41(1):137-151.
7. European commission Health and consumers directorate general. Erradication programme for Bovine Brucellosis. Programmes for the eradication, control and monitoring of certain animal diseases and zoonoses. 2013. 64p
8. Salazar J. Prevalencia serológica de brucellosis bovina, la mediante prueba rosa de bengala, en el Distrito de Puente Piedra Provincia de Lima-2019