Erisipela porcina: una enfermedad común en granjas porcinas

Articles of Poultry and Swine Crianza de cerdos y avesDeja un comentario en Erisipela porcina: una enfermedad común en granjas porcinas

Erisipela porcina: una enfermedad común en granjas porcinas

La erisipela porcina es una de las enfermedades infecciosas más conocidas y comunes en la industria porcícola, lo que provoca importantes pérdidas económicas en la producción (1). Esta enfermedad se puede observar en otras especies de animales, así como el ser humano, aunque es más común en cerdos en crecimiento. Además, la incidencia de esta enfermedad parece haber aumentado en todo el mundo y su impacto es cada vez mayor (2).

Etiología

La erisipela porcina es causada por la bacteria Gram positiva, bacilo anaerobio facultativo Erysipelothrix rhusiopathiae, la cual se desarrolla entre los 5 y 44ºC, con un crecimiento óptimo entre los 30 y 37ºC (3). Dentro de los factores de virulencia se encuentran la neuraminidasa, hialuronidasa, antígenos capsulares proteicos y no proteicos, adhesinas y distintas proteínas de superficie. Además, puede sobrevivir dentro de los leucocitos polimorfonucleares y macrófagos si son fagocitados (4).

La neuraminidasa se encarga de la degradación de las moléculas de ácido siálico permitiendo la replicación bacteriana. La hialuronidasa es un factor de propagación que facilita la diseminación de algunos patógenos a los tejidos, aunque su papel en la patogénesis de Erysipelothrix rhusiopathiae sigue siendo controvertido. La cápsula se considera un factor crucial en la patogénesis de la infección debido a que ayuda a resistir la fagocitosis (5).

La adherencia también se considera un factor de virulencia importante. Las proteínas de adhesión se unen de forma temprana la superficie de la célula y se unen a la matriz extracelular, participando en la formación del biofilm. Se cree que las proteínas de superficie están involucradas en la hemólisis en los casos de Erysipelothrix rhusiopathiae (5).

Epidemiología

Erysipelothrix rhusiopathiae se encuentra en muchas regiones del mundo. El reservorio más importante es el cerdo doméstico, aunque otras especies de vertebrados, así como invertebrados pueden albergar este organismo como reservorios (5).

Se cree que aproximadamente el 30% de los cerdos pueden albergar Erysipelothrix rhusiopathiae en las amígdalas y otros tejidos linfoides. Estos portadores, así como los que padezcan la infección aguda pueden transmitir la bacteria mediante sus heces, orina y secreciones (saliva, secreción nasal) durante largos periodos. La contaminación ambiental también ha sido reportada mediante la presencia de Erysipelothrix rhusiopathiae en instalaciones y equipos. E. rhusiopathiae puede sobrevivir a la exposición de luz directa por 12 días y por meses en cadáveres y se inactiva a 55ºC (3).

Los cerdos pueden infectarse mediante el consumo de alimentos o agua contaminada o por la contaminación de heridas en la piel. Los cerdos menores de 3 meses o mayores a 3 años están menos predispuestos a desarrollar la enfermedad clínica. Los primeros debido al efecto protector de la inmunidad adquirida por anticuerpos maternos y los segundos debido a la enfermedad subclínica repetida (3).

En países como china o el reino unido se ha producido un incremento en los brotes de erisipela porcina gradualmente, aunque no parece haber un área exacta donde se concentren los casos. Los factores responsables de estos sucesos no están del todo claros, aunque, puede deberse a un aumento en la resistencia bacteriana a los antibióticos (2).

Patogénesis

E. rhusiopathiae ingresa en los cerdos principalmente por vía oral y la infección inicia en las amígdalas o la mucosa gastrointestinal donde es capaz de sobrevivir y replicarse en los macrófagos. De no haber una respuesta inmune eficaz, la bacteremia se desarrollará a las 24 horas de la infección. Posteriormente se produce una septicemia que da como resultado la distribución del microorganismo por el resto del cuerpo (3).

Al inicio de la septicemia hay daño a los capilares y vénulas de la mayoría de los órganos del cuerpo y a las membranas sinoviales. Posteriormente se da una coagulopatía generalizada similar a un shock que conduce a una trombosis fibrinosa, invasión del endotelio vascular por bacterias y depósito de fibrina en tejidos perivasculares (3).

En casos graves puede producirse hemólisis y necrosis isquémica. Puede haber secuestro de E. rhusiopathiae en el citoplasma de los condrocitos del cartílago articular lo que puede otorgarles protección contra la inmunidad del huésped y conlleva a una artritis crónica (3).

Signos clínicos

La erisipela porcina puede presentarse clínicamente como enfermedad aguda, subaguda y crónica además de la forma subclínica. La enfermedad aguda se caracteriza por la presencia de fiebre, marcha rígida y forzada, pérdida de peso, depresión, inapetencia, alejamiento de la piara, chillidos y los signos más característicos, los cuales son las lesiones cutáneas en forma de diamante que pueden aparecer a los 2 o 3 días después de la infección y desaparecen entre 4 a 7 días luego de la primera aparición (Figura 1). En algunos casos puede causar lesiones necróticas en la cola, las orejas y la cara posterior de los muslos e incluso muerte súbita (6).

Figura 1: Lesiones cutáneas en forma de diamante en cerdo con erisipela porcina
Fuente: Zimmerman et al. Diseases of swine (2019).

La forma subaguda de la enfermedad tiene signos clínicos similares a la forma aguda pero menos graves y con menos lesiones cutáneas. En algunos casos puede pasar desapercibida pasando a ser subclínica (6).

La forma crónica de la erisipela porcina se presenta en algunos animales sobrevivientes de la forma aguda y subaguda. La consecuencia más perjudicial en los cerdos es la artritis crónica que puede presentarse tan pronto como en 3 semanas desde el brote inicial. Los cerdos afectados presentan una cojera leve o marcada además de una reducción en el consumo de alimento como consecuencia de este problema (3).

Los cerdos con artritis crónica pueden presentar un crecimiento de las articulaciones del corvejón, rodilla o el carpo. En algunos casos puede haber una endocarditis valvular vegetativa que puede ocasionar una insuficiencia cardiaca y edema pulmonar, manifestándose como dificultad respiratoria, letargo, cianosis o muerte súbita en los cerdos afectados (3).

Diagnóstico

Existen distintas condiciones que pueden confundirse con la erisipela porcina por lo que el diagnóstico oportuno y preciso es importante para empezar con el tratamiento. La muerte súbita también puede darse en infecciones por Actinobacillus suis, Actinobacillus pleuropneumoniae, Haemophilus parasuis y otras bacterias, incluso las lesiones en la piel pueden confundirse con el virus de la peste porcina clásica (3).

El diagnóstico definitivo puede obtenerse mediante el aislamiento de Erysipelothrix spp. de tejidos con lesiones morfológicas, aunque en muestras contaminadas o casos crónicos se requieren métodos previos de enriquecimiento selectivo (3).

Las técnicas de PCR permiten la rápida detección de Erysipelothrix spp., además de que permiten diferenciar entre E. rhusiopathiae y E. tonsillarum. Dentro de los ensayos serológicos que se utilizan para detectar E. rhusiopathiae se encuentran la aglutinación en placa, tubo y microtitulación, hemaglutinación pasiva, inhibición de la hemaglutinación, fijación del complemento, ELISA e inmunofluorescencia indirecta. Sin embargo, se debe tener en cuenta que entre el 30 al 50% de los cerdos sanos son portadores, por lo que pueden presentar positividad a las pruebas por semanas o incluso toda la vida del cerdo (3).

Tratamiento

El tratamiento para la erisipela porcina puede dar buenos resultados en los cerdos afectados cuando se realiza entre las 24 a 36 horas (6). La penicilina se considera como el tratamiento a elección en los casos de infección aguda, aunque la mayoría de las cepas son susceptibles a diversos antibióticos como macrólidos, fluoroquinolonas y cefalosporinas (7). Sin embargo, debe evaluarse la susceptibilidad a los antibióticos en cada caso que se presente debido a la resistencia antimicrobiana (3). El suero hiperinmune se ha utilizado históricamente y puede ser eficaz si se administra a inicio de la enfermedad (7).

Control y prevención

Los programas de inmunización permiten prevenir la erisipela porcina de manera eficiente. Las vacunas actuales son bacterinas inactivadas para inyección intramuscular o vacunas atenuadas, las cuales son vacunas vivas avirulentas diseñadas para el tratamiento masivo de la piara a través del agua de bebida. La inmunidad proporcionada varía entre 6 y 12 meses para ambos tipos de vacuna. Sin embargo, la vacunación puede no ser muy efectiva para prevenir la artritis crónica debido al secuestro de E. rhusiopathiae en el citoplasma de los condrocitos del cartílago articular, lo que le puede otorgar protección de la inmunidad del hospedero (3).

Conclusiones

La erisipela porcina es una enfermedad que afecta la producción al disminuir la ganancia de peso de los cerdos afectados o en algunos casos debido a su muerte. Además, la bacteria Erysipelothrix rhusiopathiae puede encontrarse en un gran porcentaje de los cerdos sanos de manera subclínica, siendo estos portadores. Por lo que el riesgo de esta enfermedad está latente en las producciones.

Debido a estas razones es importante la vacunación en las producciones porcinas con el fin de proteger a los cerdos del desarrollo de la enfermedad y disminuir el impacto negativo que pueden ocasionar.

También te puede interesar: Disentería porcina: como identificarla y prevenirla

Referencias

  1. Dec M, Łagowski D, Nowak T, Pietras-Ożga D, Herman K. Serotypes, Antibiotic Susceptibility, Genotypic Virulence Profiles and SpaA Variants of Erysipelothrix rhusiopathiae Strains Isolated from Pigs in Poland. Pathogens. 2023 Mar 3;12(3):409.
  2. Wang H, Xu Y, Ouyang M, Gao L, Gao X, Li S, Gao H, Xiao J. Potential risk factors of swine erysipelas outbreak in Northeast Mainland China. Transbound Emerg Dis. 2021 May;68(3):1652-1662.
  3. Zimmerman J, Karriker L, Ramirez A, Schwartz K, Stevenson G, Zhang J. Diseases of Swine. 11th ed. Wiley Blackwell; 2019.
  4. Ogawa Y, Ooka T, Shi F, Ogura Y, Nakayama K, Hayashi T, Shimoji Y. The genome of Erysipelothrix rhusiopathiae, the causative agent of swine erysipelas, reveals new insights into the evolution of firmicutes and the organism’s intracellular adaptations. J Bacteriol. 2011 Jun;193(12):2959-71.
  5. Wang Q, Chang BJ, Riley TV. Erysipelothrix rhusiopathiae. Vet Microbiol. 2010 Jan 27;140(3-4):405-17
  6. Opriessnig T, Forde T, Shimoji Y. Erysipelothrix Spp.: Past, Present, and Future Directions in Vaccine Research. Front Vet Sci. 2020 Apr 15;7:174. 
  7. Helke KL, Ezell PC, Duran-Struuck R, Swindle MM. Biology and Diseases of Swine. Laboratory Animal Medicine. 2015:695–769. 
mejores productos shop
Somos una compañía peruana dedicada al desarrollo y exportación de productos para uso veterinario. Con más de 26 años en el mercado y a través de un desarrollo técnico y creativo, hemos logrado posicionar nuestros medicamentos veterinarios en el mercado peruano y en muchos otros países de Latinoamérica, Asia y África, así como en algunos países europeos.

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back To Top
Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial