En un articulo anterior hablamos de SARS-CoV-2 y el COVID-19 en animales domésticos, hoy aprovechamos la oportunidad para abordar a los coronavirus del perro y gato, viejos conocidos de especial importancia ya que a diferencia del último sí pueden ser peligrosos para los animales de compañía. Acompáñanos a conocer más de los coronavirus del perro y gato en la siguiente entrada.

¿Qué son los coronavirus?

Son virus ARN-positivos del orden de los nidovirales (es decir que usan un mRNA anidado para replicarse), se caracterizan por su semejanza con la de una corona al ser observarlos en el microscopio electrónico. Sus genomas codifican principalmente 4 proteínas: S (espiga), M (transmembrana), N (nucleocápside) y E (envoltura) pero en algunos casos expresan una adicional: HE (hemaglutinina-esterasa) (Figura 1).

Son virus muy diversos que se dividen en 4 géneros alfa, beta, gama y delta-coronavirus (α, β, γ, δ-CoV) (Figura 2).

¿Cuáles son los coronavirus de los animales de compañía?

En perros:

Actualmente se reconocen 3:

• CCoV-I:
  • Se detecta por primera vez en Italia y se le denomina inicialmente FCoV-like debido a su baja identidad con el CCoV de referencia (51% vs 81% con el FCoV).
  • Es el único alfa-coronavirus que contiene un gen que codifica para una proteína N-glicosilada entre la región codificante del gen S y su ORF3.
  • Generalmente causan enteritis moderadas o asintomáticas junto con diarreas que se autolimitan.
• CCoV-II:
  • Se origina de la adquisición de un nuevo gen S, su virulencia es variable, aunque generalmente baja.
  • Por su genotipo se dividen en 2:
    • Subtipo a: Linaje similar al de referencia, variantes provenientes de esta cepa han sido responsables de varios brotes fatales de coronavirosis entérica canina y son los precursores del raro pero peligroso coronavirus pantrópico de los caninos.
    • Subtipo b: Se origina de la adquisición de un N-terminal similar al del virus de la gastroenteritis transmisible del cerdo.
• CRCoV:
  • Pertenece al grupo de los beta-coronavirus, posiblemente sea de origen bovino y, a diferencia de otros coronavirus caninos, estos tienen tropismo respiratorio.
  • En la actualidad no contamos con una vacuna específica para este virus.

Cabe destacar que la coinfección de los CCoVs (o también llamados CeCoVs) es común y puede superar el 30% de los casos.

En gatos:

La clasificación por serotipo distingue 2 variedades:

• FCoV-I:
  • Es el serotipo más prevalente pero también el más difícil de estudiar en cultivos celulares.
• FCoV-II:
  • Se origina de la doble recombinación del FCoV-I y un CCoV-II, a pesar de no concentrar más del 20% de casos es el más estudiado. Su genoma está compuesto del FCoV la ORF de la proteína E y las zonas adyacentes del CCoV-II.

Lamentablemente esta clasificación no permite predecir el biotipo de la cepa, que también son 2:

• FECV:
  • El virus con tropismo entérico, aparentemente inocuo, muy infeccioso y de alta prevalencia.
  • Puede volverse una infección crónica y en estos casos aumenta la probabilidad de mutar hacia el biotipo FIPV.
• FIPV:
  • Es la consecuencia del cambio de tropismo en el FECV
  • El virus con tropismo extra intestinal y una alta tasa de replicación en monocitos y macrófagos, probablemente el resultado de una mutación del FECV dentro de cada huesped.
  • Produce la peritonitis infecciosa felina (PIF) que tiene la presentación húmeda o efusiva y la seca o no efusiva.

En hurones:

Se distinguen 2 biotipos:

• FRECV: Epizoótico y con una mortalidad relativamente baja, se caracteriza por causar enteritis catarral.
• FRSCV: Altamente patogénico y con tropismo sistémico. Causa una enfermedad similar a la presentación no efusiva del PIF.

Ambos han sido propuestos para formar parte, junto con el coronavirus del visón (MCoV), un grupo distinto dentro de los alfa-coronavirus.

Diagnostico

Se basa en los signos y patología clínica (recuento sanguíneo completo, parámetros de coagulación y proteína en suero). El descarte mediante técnicas como la inmunofluorescencia indirecta, ELISA, inmunocromatografía y RT-PCR puede ser de utilidad pero no permite predecir el pronostico ya que aún no existen marcadores definitivos para predecir la virulencia de los biotipos letales.

Tratamiento

Los animales afectados por los biotipos menos virulentos generalmente no necesitarán mayor tratamiento más que una buena reposición de líquidos. Por otra parte, los animales infectados por las formas más virulentas deben recibir tratamiento sintomático para mantener, podremos controlar las infecciones secundarias con antibióticos y manejar la exacerbación de la respuesta inmune con corticoides.

Control

• Para el control de CCoVs entéricos existen vacunas, lamentablemente aún no existe evidencia concluyente sobre su capacidad para prevenir las formas más letales.
• El PIF no es considerado contagioso pero su precursor FCoV sí, las colonias de gatos están especialmente expuestas y una vez que el virus ingresa es muy difícil erradicarlo.
• Las clínicas veterinarias y criaderos deben implementar protocolos de bioseguridad para reducir el contacto, mantener espacios limpios y asegurar una atención sin riesgos para sus pacientes.

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