La resiliencia que la ganadería ha demostrado para hacer frente a la adversidad a través de los años es fascinante. Su capacidad para afrontar diferentes crisis y el compromiso de sus protagonistas para con la seguridad alimentaria y el bienestar general de la sociedad es indiscutible, pero bajo las condiciones actuales no podríamos llegar a declarar que la ganadería es sostenible.
Dejando de lado las sobreestimaciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la ganadería (FAO, 2006) y la creciente percepción ante la opinión pública de que esta industria es ética y ambientalmente incompatible, el sector ganadero peruano no ha logrado adherirse al marco general de la sostenibilidad definido por las naciones unidas debido a una serie de problemáticas que iremos desarrollando a través de una serie de articulos.
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¿Qué entendemos como sostenibilidad?
Se define formalmente por las Organización de Naciones Unidas (ONU) como:
La forma de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Naciones unidas 1987
¿Cómo hacer que la ganadería sea sostenible?
En ese sentido los sistemas sostenibles son los que integran los aspectos sociales, económicos, tecnológicos y ambientales para generar valor de manera sostenible. Su diseño multifactorial busca mapear y simular una red de interacciones ecológicas sólidas que se fortalezcan en armonía y optimicen la utilización de recursos para operar dentro de una capacidad de carga que satisfaga los objetivos de su creación e implementación.
Cada uno de los aspectos abordados por el sistema es dinámico y guarda relación con alguna de sus contrapartes, esto quiere decir que las variaciones en las condiciones de un ámbito no podrán ser ignoradas por las otras sin la distorsión de sus resultados.
Supongamos una nueva tecnología que logre disminuir la conversión alimenticia del alimento manteniéndolo a un mismo precio: Directamente no podremos esperar mayores ingresos por su implementación, pero sí la reducción de un factor limitante en la capacidad de carga y la posibilidad de proyectar una mayor producción y ésta resulte en mejores ingresos aun cuando implique, en algunos casos, mayor consumo de fuerza laboral.
En esta sobresimplificación se logra un objetivo de desarrollo manteniendo el equilibrio del sistema sin modificar directamente las constantes del aspecto ambiental; de manera complementaria también logramos identificar implicancias que nos ayudarán a definir áreas prioritarias de desarrollo o amenazas en nuestros procesos. Bajo este enfoque de sistema, el diseño de nuestros planes de acción debe contemplar la posibilidad de cambios en el escenario y gestionar sus riesgos para lograr una ganadería sostenible.
El impacto del cambio climático para la ganadería
La ganadería se encuentra en una posición vulnerable ante el cambio climático. La cadena de suministro, el aumento del estrés térmico y la emergencia/reemergencia de enfermedades son unos cuantos de los efectos que ya estamos afrontando a causa de este fenómeno, por tanto, e independientemente del origen o responsabilidad en la situación, debemos adoptar estrategias de mitigación y adaptación para preservar la viabilidad de nuestros negocios.
Con el fin de hacer frente a una problemática debemos explorar el abanico de posibilidades que podrían ayudar a disminuir el impacto (estrategia de mitigación) o reducir sus efectos adversos (estrategia de adaptación). Luego de esta fase exploratoria debemos evaluar los factores limitantes de cada propuesta para considerar los aspectos sociales y logísticos que puedan restringir la adopción y/o aceptación de las medidas protectivas que decidamos implementar.
Estrategias de mitigación
Son las que van a disminuir el impacto del problema reduciendo la magnitud de este, en este caso tendremos principalmente a las estrategias que se centren en disminuir la emisión de GEI.
- Mejoramiento genético: A través de la selección de animales mejor adaptados para el ambiente en el que van a ser criados
- Nutrición de precisión: Optimizando las dietas a los requerimientos específicos del animal
- Sistemas circulares: Convirtiendo los desechos en subproductos que se integren al sistema de manera que la cadena del ecosistema se encuentre lo más cerrada posible.
Estrategias de adaptación
Serán las que nos permitirán sobrevivir a los efectos negativos y están representadas por las decisiones de manejo que reduzcan el estrés de calor, aseguren nuestra cadena de suministro y nos protejan contra las enfermedades emergentes.
Reducción del estrés de calor
Tal vez una de las estrategias con respuestas fisiológicas más rápidas, pero a veces subestimada en su importancia. Entre sus principales acciones tenemos:
Asegurar la cadena de suministro
La volatilidad del medio ambiente es cada vez más evidente y los planes de contingencia ante escasez de insumos es clave para operar dentro de márgenes viables.
- Gestión de almacén: Ensilados, henificación.
- Gestión del agua: Uso racional, reutilización, separación de sólidos.
Protección contra enfermedades emergentes
El cambio climático influye sobre varios factores que favorecen la incidencia de brotes infecciosos, principalmente por el aumento de la temperatura, interacción del huésped con el hospedero, el número de vectores, sus hospederos y reservorios. Por tanto, disminuir el riesgo de exposición requiere:
- Aplicar medidas de bioseguridad.
- Generar conciencia sobre la importancia e impacto de la salud animal sobre la sociedad.
- Fortalecer los planes de vigilancia epidemiológica y armonizarlos.
- Limitar el transporte de animales vivos.
- Mantener los planes de vacunación y erradicación.
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Conclusiones
Las empresas y negocios que no contemplen la irrupción dentro de su esquema de crecimiento se encontrarán en desventaja al momento de afrontar cambios de escenarios que pudieron ser previstos.
El caso del cambio climático y su efecto sobre la ganadería es un ejemplo cercano que nos permite apreciar la importancia del planeamiento y pensamiento estratégico en las actividades que busque generar valor y desarrollo para obtener una ganadería sostenible.